TERAPIAS
TERAPIA DEL RESTABLECIMIENTO DEL APEGO
Para Gotseisn, 1986 toda psicopatología constituye un trastorno de apego y se manifiesta como un trastorno de regulación propia y/o intergeneracional.
Los seres humanos necesitamos del otro para nuestro crecimiento y supervivencia. Para nuestra especie es vital desarrollar la capacidad de establecer y mantener relaciones. Los sistemas del cerebro encargados de formar y mantener relaciones se desarrollarán a lo largo de la infancia, de ahí que esta etapa sea tan importante. La primera experiencia de unión que tiene el ser humano es con su madre o cuidador principal y entre ellos se establece un apego, es decir un vínculo específico entre ambos.Las características de este vínculo dependerán de las experiencias, de las conductas desarrolladas entre cuidador y bebé. Así Mary Ainsworth (1913-1999) a través de sus investigaciones describió cuatro tipos de apego: seguro, evitativo, ambivalente y desorganizado. Estos estilos se desarrollan tempranamente y generalmente se mantienen durante la vida adulta, estableciendo entonces patrones similares con sus parejas e hijos.
En función de las experiencias que tengamos en estos años seremos más o menos capaces de establecer relaciones íntimas y saludables con los otros. Los niños necesitan experiencias de apego positivas, pues gracias a ellas serán capaces de poder enfrentarse y desarrollar estrategias de regulación de sus emociones y de afrontamiento al estrés emocional.
Es por ello que este enfoque terapéutico se encarga de revisar experiencias tempranas y posibles dificultades en estos primeros años de vida y que se hayan ido intensificando y creciendo en los años posteriores para así desde el vínculo terapéutico y herramientas concretas se puedan reparar dichas heridas y solucionar los problemas de relación existentes en la actualidad.