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¿Qué es la Mediación?

“Es un procedimiento imperfecto que emplea una tercera persona imperfecta para ayudar a dos personas imperfectas a concluir un acuerdo imperfecto en un mundo imperfecto” Leonard Marlow

La Mediación es un proceso voluntario, flexible, confidencial y neutral que proporciona el espacio necesario para que dos o más personas, si quieren, gestionen un conflicto o una situación de dificultad que las atañe y, si lo desean, puedan alcanzar un acuerdo. Se trata de un sistema alternativo de resolución de conflictos (ADR), extrajudicial y a su vez recogido en la Ley 5/2012 de Mediación Civil y Mercantil, por el que se recoge la capacidad de elevar a escritura pública ante notario el acuerdo que se haya pactado, funcionando así como un contrato privado entre partes. En algunos casos se puede paralizar un proceso judicial, suspendiendo la prescripción o la caducidad del mismo por un plazo máximo de sesenta días, en cuyo caso el acuerdo podrá ser homologado por el tribunal que esté actuando en el litigio.

El mediador es una persona cualificada, con una formación reglada en Mediación, imparcial y neutral, que tiene como objetivo facilitar la comunicación entre las partes y ayudarles a alcanzar un acuerdo, así como la mejora de las relaciones interpersonales si así lo desean.

¿Qué se puede mediar?

• Conflictos familiares: separaciones, divorcios, convivencia en pareja, herencias, conflictos intergeneracionales, enfrentamientos entre miembros de una familia, conflictos en empresas familiares.
• Conflictos vecinales: problemas de convivencia entre compañeros, conflictos derivados de paredes comunes (ruidos, olores, humedades, animales), utilización de espacios comunitarios.
• Conflictos organizaciones u/o empresariales: problemas interpersonales en el trabajo, conflictos entre empresas, entre departamentos.
• Conflictos interculturales: problemas entre diferentes etnias y culturas.

¿Cómo es un proceso de mediación?

Antes de empezar el proceso de Mediación como tal, se ofrecerá una primera entrevista informativa gratuita de unos 30 minutos de duración, en el que el mediador valorará si el conflicto es mediable e informará a las partes del procedimiento, para que éstas decidan libremente iniciar o no. En caso de que se dé comienzo a la mediación, las sesiones posteriores tendrán una duración más larga, de hora y media aproximadamente, y en ella se abordará con más profundidad el conflicto.

En ocasiones se pueden llevar a cabo sesiones individuales con cada parte, en función de las características de la dificultad y del criterio del mediador y de las partes, aunque lo habitual es que ambas estén presentes durante todo el proceso. Asimismo, también es habitual que la mediación sea gestionada por dos figuras mediadoras, es decir, una co-mediación formada por dos profesionales de la mediación con formaciones complementarias (psicología y derecho).

Si durante el proceso las partes llegan a acuerdos o puntos en común, se plasmarán en un documento final redactado por el mediador o los mediadores y supervisado en todo momento por las partes, el cual será entregado al final del proceso. Este acuerdo de mediación funcionará como un contrato privado entre partes, y de igual manera podrá elevarse a escritura pública o presentarse a un juzgado.

El proceso total de mediación suele tener una duración entre 5 y 10 sesiones, aunque esto depende de las personas que estén implicadas en dicho proceso y del conflicto a gestionar. Se llevarán a cabo las intervenciones mínimas posibles, pero a la vez todas las que sean necesarias para las partes.

Si necesita ampliar más información, llámenos y pida una entrevista informativa gratuita con nuestra profesional. Estaremos encantados de poder ayudarle.