Desafortunadamente si lo es, dado que hasta hoy en día, sigue habiendo muchos prejuicios y tabués entorno a la salud mental de las personas. Esto dificulta el acceso a este servicio y es por ello que muchas veces nos encontramos con personas con problemas cronificados y/o con muchas resistencias a hablar de si mismos y de lo que les ocurre. A medida que uno va teniendo sus sesiones, se va desarrollando el vínculo con el terapeuta, un clima de confianza y de máximo respeto, que permite que el miedo y la vergüenza vayan desapareciendo, para ir pasando a un estado de aceptación que nos va a permitir afrontar saludablemente la situación para poner una solución o mejorarla.